Mi viejo amigo me había invitado a su casa. Había pasado mucho desde la última vez que lo ví, así que estaba felíz de hablar con él después de tanto tiempo. Me dijo que había comenzado a salir con esta chica caliente que yo no conocía. Pudimos quedarnos hablando por horas, pero de repente me dieron ganas de orinar. - Oye, amigo, ¿dónde está el baño? Él apuntó a la puerta que estaba al final del pasillo. Yo fui allá y abrí la puerta rápidamente. Estaba muy sorprendido cuando ví a una chica desnuda. Ella no esperaba verme allí. Empezó a gritar y mi amigo vino rápidamente para ver qué estaba pasando. Ambos lucían molestos y me hablaban con frustración. - Oye, amigo, yo sólo iba a orinar, no quería hacer nada malo... Sin embargo, viendo que tu caliente novia está así, estoy listo para darles todo mi dinero si me dejas tener sexo con ella... ¿Qué dices, amigo?